martes, marzo 28, 2006

De lo espiritual en el blog

Perdónenme el horrible parafraseo de Kandinsky (img), pero resulta que por ahí van los tiros.

La blogocosa es un buen lugar para la conversación, la información, la relación entre individuos y para muchas cosas más. Con sus ventajas y sus desventajas, pero es un buen lugar.

Hace tiempo encontré un blog de una temática que no había encontrado antes: arte.

Con permiso (perdóneme, Vailima) hace mucho que no estudio Historia del Arte (las cosas de no usarse se oxidan) por lo que no me atrevo a daros un intervalo de fechas o de movimientos en concreto. Más que nada porque cualquier fecha o corriente puede encerrar maravillas, y no por ello hay que excluirlo.

De momento, por lo que he leído, comenta principalmente obras figurativas, fáciles de entender de un modo superficial, o como se suele decir "se parece a lo que se tiene que parecer". Pero sin embargo, esos cuadros esconden mucho más en su interior aparte de su buen trazo o acabado. Como en los grandes libros, lo más importante, lo más relevanta, siempre está entre líneas. Nunca lo obvio fue lo más bello.

Impagable el "ciclo" sobre Tamara Lempicka (en 1, 2 y 3 partes). Y esa Venus de Urbino, de la que estoy enamorado desde hace años... Gracias de nuevo, por recordarme un viejo amor, de esos que nunca se van del todo...

Si además, alguien es jugón (porque juguetones somos todos) también puede participar en el juego 'La Parte por el Todo' y tratar de adivinar el cuadro y responder a las preguntas. No dejen de leer los comentarios.

Llevaba bastante tiempo en mi Bloglines, en la sección Nuevos, pero ya va siendo hora de pasarlo al blogroll... Gracias Vailima

Por cierto, que entre que de vez en cuando subo a la Facultad a ver a los amigos y el blog de Vailima, cada vez tengo más ganas de volver a Bellas Artes... De momento, estoy casi seguro de que el año que viene me matricularé al menos en Dibujo Técnico, para quitármela de encima...

Lo dicho, que no sólo de pan vive el hombre...


PD: Greg, te debo un post, no creas que lo he olvidado, pero aún no sé cómo orientarlo...