miércoles, junio 20, 2007

Departamento de devoluciones

Lléveselo, Don Luis, que ya no lo quiero más.
Al primer uso se me ha roto,
me ha durado mas bien poco,
nada más desembalar

Yo nunca tuve uno,
quizá por eso no lo supe usar,
busqué las instrucciones;
me vino sin manual.

Yo quería uno nuevo,
rojo, brillante, grande,
el que tenía yo
no servía ni para atragantarme.

Me contaron que era genial,
que sería feliz con él,
me contaron maravillas,
hasta que me lo compré.

Me costó mucho, Don Luis,
juntar lo necesario
para venir a por el nuevo,
y atreverme a hacer el cambio.

Tiré el mío a la basura,
ya nada valía,
nadie lo quería.
¿Para qué, pues,
tanta compasión y tanta cobardía?

Un instante me duró, Don Luis,
un instante nada más.
Un instante tan fugaz,
qué tontería, ¿sabe?, fui feliz.

Me dolió verlo caer
me dolió verlo romper,
pero más me dolió, Don Luis
aquello por lo que lo solté


Por eso aquí le traigo Don Luis,
todos los trozos que uno a uno recogí,
no quiero el dinero,
no quiero uno nuevo.
Yo le compro otro, Don Luis.

Pero esta vez me empeñaré más aún,
invertiré más para conseguirlo.
Quiero uno bueno, duro, resistente.
Uno que no se rompa jamás, como el del resto de la gente.
Uno de hielo, o mejor aún, uno de piedra.
Que pase lo que pase, que nada me duela.

Aun que me pese, aunque me amargue, aunque hieda y nada lo calme.

Pero que no me duela, Don Luis, que no me duela.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encantó el poema. A veces quisiéramos un corazón con "coraza" para no sufrir. Pero yo pienso que si no sintiéramos la tristeza también nos perderíamos de la alegría, así que yo sigo prefiriendo mi corazón así remendado y todo, no lo devuelvo...
Muy buen blog! Te felicito por incluir a Los batasunis de Vaya Semanita. Yo soy argentina y desde hace algún tiempo estoy "enganchadísima" con este programa del Canal Vasco que ME EN-CAN-TAAAA!!!
Saludos (te agregaré en mis favoritos para seguir pasando por aquí).