miércoles, marzo 08, 2006

Pavlov

No tengo un perro en casa, pero eso no me priva de hacer mis pinitos en el condicionamiento clásico. Ya saben, a un perro cada vez que le enseñan comida (estímulo incondicionado 1) le tañen una campanita (estímulo incondicinado 2), con lo que el perro comienza a salivar (respuesta incondicionada 1), preparándose para la comida. Mediante repetición se logra que el perro, con sólo oír la campanita (estímulo incondicionado 2) salive (respuesta incondicionada 1) ante un estímulo que nada tiene que ver con la respuesta. Un sonido de campana no es suficiente para que un perro subconscientemente prevea que va a comer. Es la asociación de ambos estímulos la que permite modificar la respuesta de uno de ellos, por lo que la respuesta incondicionada 1 ante el estímulo incondicionado 2 pasa a ser RESPUESTA CONDICIONADA.

Pues bien, hace cosa de media hora me he calentado una hamburguesa al microondas para merendar. Y cuando el microondas ha acabado, ha sonado la campanita(estímulo incondicionado 2). Instantes después mi padre, quien estaba en un letargo de lo más profundo, se ha despertado y ha venido a la cocina a ver qué me estaba preparando(respuesta incondicionada 1).

No se ha despertado por el ruido y ha ido a la cocina porque sí. No. En el sueño, su subconsciente le ha indicado que hay comida cerca y que es momento de levantarse. Y acto seguido, se ha despertado y ha venido. Al ver que era una hamburguesa, el consciente ha tomado las riendas y ha decidido que prefería comer algo más ligero

El Condicionamiento Clásico está sobradamente estudiado, y por supuesto, está demostrado en humanos, gracias (es un decir) al experimento del pequeño Albert

En el experimento del pequeño Albert, se cogió a un niño de apenas un año el cual no desarrolaba ningún miedo hacia objetos blancos (normal) y sí lo hacía hacia sonidos fuertes (bastante lógico). Se le empezaron a mostrar objetos blancos y seguido se reproducían sonidos fuerte. Albert desarrolló fobia hacia los objetos blancos. Lamentablemente, Albert fue retirado del lugar de hospitalización en el que se encontraba antes de poder estudiar la forma de quitar dicho miedo.

El experimento se realizó en los años 20, y probablemente, hoy en día estaría prohibido hacerle eso a un crío. Pero en cuanto a mi padre, ha surgido de forma espontánea.

El Condicionamiento Clásico al alcance de su mano. ¡Hágalo usted mismo!

2 comentarios:

loretahur dijo...

A mi me surgió hace poco una duda existencial: ¿De qué raza era el perro de Paulov?

Culoman dijo...

pues no lo sé, pero yo me imagino un Vincent, como el de perdidos...