Esto que os cuento es noticia de primera mano. Gracias a Psiquis por la noticia y sus contactos, ya que conoce a una de las enfermeras implicadas en el asunto. Vean vean.
Esto ha sucedido la tarde-noche de 2 de septiembre en el Hospital de Cruces.
Una madre de origen rumano llevó a su niña al Hospital. La niña estaba bastante mal, así que ingresaron a la pequeña, la pincharon para hacer unas pruebas y la subieron a la planta de maternidad. Su madre era simpática y colaboraba, pero llamaron diciendo que las pruebas habían salido mal y que le tenían que volver a sacar sangre, y que como era muy pequeña, ponerle después una vía para meterle suero o sangre o lo que fuese necesario, por si acaso.
Se lo dijeron a su madre y parece que eso de que la pinchasen dos veces más no le hizo gracia
y se quejó y les dijo que no hiciesen llorar a la niña.
Pero claro, un pinchazo duele, y lloró y la madre se puso tan histérica que la hicieron esperar fuera. Bajó y volvió con su marido, sus padres, sus tios y toda la tropa; rodearon a las enfermeras amenazándolas e insultándolas y uno de ellos sacó una navaja.
Las enfermeras llamaron a Seguridad, a Dirección, a la Ertzaintza, a los pediatras y a todo el mundo, y no fue NADIE!!!
Sólo al de un rato apareció un pediatra y claro, al ver la situación se acojonó también y casi que les daba la razón a ellos. Y todo esto con otros 10 niños en la planta con sus respectivos padres que tampoco sabían que hacer.
Las enfermeras se informaron llamándo por el móvil a ver si había que poner denuncia o algo. Cuando llegó la ertzaintza, pero ya por la noche, pusieron una denuncia y firmaron todos los otros padres como testigos, pero mientras, toda la 'troupe' decía que ellos también querían denunciar por maltrato y que todos los demas les estaban mintiendo y que nadie tenía navaja y que eran unos racistas.
Dieron las 10 de la noche. Tocaba cambio de turno.
Las enfermeras se disponían a irse, pero cuando se marchaban subieron los de Seguridad diciendo que no saliese nadie, que había un ejército de rumanos en la puerta dispuestos a repartir leches. Las enfermeras pidieron escolta y la pobre chica que le tocaba quedarse con la niña también, pero Dirección les dijo que vale, que a las enfermeras las acompañaban sólo hasta la puerta, y que la otra no podía negarse a atender a la niña aunque no la pusiesen seguridad.
Así que pidieron ingresar a la niña en la UCI aunque no hiciese falta, porque está completamente cerrdo y no puede entrar nadie, pero en principio les dijeron que no.
Las enfermeras salientes fueron escoltadas hasta la puerta, pero los seguratas se portaron bien y, aunque no era su trabajo, acompañaron a cada una hasta su coche.
Pero eso no es todo. En la planta ya había otra niña gitana, y con sus padres no habían tenido ningún problema. Pero con sus cuatro tias si. Eran 4 crias de 15 años así que al final las tenían ya un poco en cintura, pero ayer cuando vieron el revuelo esto se envalentonaron, empezaron a decir que era racismo y que a ellas les hacían igual y se pusieron a pegar leches a todos, fuesen enfermeras, médicos, seguridad o padres.
Nuestra enfermera dice que con gitanos y así tienen problemas todos los días y en todas las plantas pero que esto debió de ser fuera de lo normal.
Al parecer, la cosa se tranquilizó algo después, y la noche volvió a ir la misma familia, pero más calmados y hablando.
Y cuando vemos algo así en Hospital Central decimos "¡Hala! ¡Vaya fantasmada!"
PD: desde aquí ánimos a una amiga que mañana tiene un gran examen, ¡a por ellos!
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