viernes, septiembre 30, 2005

Pablo y las cámaras de fotos

El otro día, el domingo 18, lo leí, y la verdad es que me tocó alguna fibra sensible (menos mal que era sensible, porque como me toquen la fibra óptica...!!! :P) Días más tardes, Rosa Palo me lo comentó y lo recordé. Lo releí. Y volvió a acertar en alguna parte de mi ser que desconozco y que resulta ser uno de mis puntos débiles... habrá que hacer submarinismo.

Pablo y las cámaras de fotos

Estoy en casa de mi amigo Jose (el
Capitán Patata en Flickr, un crack de la fotografía que cabalga a lomos de una Nikon D70), cuando entra en el salón su hijo Pablo, de dos años, con una cámara de juguete. Hasta aquí, todo normal. Pero la cosa me empieza a llamar más la atención cuando veo que después de supuestamente hacer cada foto, lo primero que hace el chaval es mirar la parte de atrás de la cámara para (supuestamente otra vez) ver la foto... Cuando su padre le coge la cámara, el niño le dice "no, no la borres", y cuando se cansa de hacer fotos, deja la cámara encima de la mesa y dice simplemente "oooh, se quedó sin pilas..."Impresionante. Para Pablo, las cámaras siempre han llevado pilas que se agotan todos los días, las fotos que no salen bien se pueden borrar, y jamás se le pasará por la imaginación que había una cosa llamada película o que había que llevarla a revelar. Cuando se lo cuenten, serán simplemente "cosas de viejos"...



Lo mismo, pero en su lugar de origen (no me iría a Letonia a comer strangolapreti) en el Blog de Enrique Dans

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