jueves, septiembre 29, 2005

¡¡Hagan sus apuestas!!

Me sé de uno que me debe 30? del ala...

La cosa es muy sencilla: apuestas

Yo les planteo aquí el trato de la apuesta, que tiene además un testigo para hacer constar dicha apuesta.

El sujeto en cuestión apuesta 30? a que Bush gana de nuevo las próximas elecciones.
Yo apuesto 30? a que Bush no gana de nuevo las próximas elecciones.

Así de simple. Nada más darnos la mano en señal de aceptación de la apuesta (con el testigo delante) le he dicho que me debía esos mil duros con una sonrisa de oreja a oreja... Minutos después le he explicado por qué me reía: según las leyes estadounidenses, ningún Presidente del Gobierno puede realizar más de dos mandatos. Y este es el segundo mandato de George W.C., digoooo Bush... por lo que queda claro que no ganará las siguientes elecciones...

Claro, ahora se molesta porque dice que si no participa, no puede perder, y es (sólo en parte) verdad, pero yo creo que está bien claro que si no participa, no gana...

Y aquí hemos empezado a hablar de razonamientos lógicos mi hermano y yo (él no es el estafad... el otro apostador) que si a entonces b, que a sí y solo si b y esas cosas... Para mi hermano no ganar implica participar, lo cual arruina mi jugada, pero yo tengo claro que el que no llora, no mama, y por tanto el que no participa, no gana...

Y sí, sé que he jugado con la ventaja de saber lo que era imposible (que Bush ganase), sí, sé que he sido yo el que ha incitado a la apuesta, y sí, sé que he sido yo el que ha escogido el lenguaje más apropiado (la duda de que no se presentase a las elecciones le habría salvado en el momento de cerrar la apuesta) dejando a la otra parte en desventaja... Sí, lo sé. Porque yo lo valgo.

Pero no hablamos de apuestas como la ONCE, la lotería o la Quiniela. Hablamos de apuestas de palabra, en las cuales nada se da por supuesto y lo que cuenta es lo que se dice. No hay unas bases a las que atenerse, porque éstas se deciden en el momento de hacer la apuesta...

Por tanto creo que soy vencedor de la apuesta y que merezco esos 30? que he ganado de forma poco honesta, poco honrada, pero también lícita y justa.

Juzguen ustedes...

3 comentarios:

Culoman dijo...

uy lo que me ha dicho!!!

Anónimo dijo...

:P
pues a mi no me convence, pero como la apuesta no es conmigo...

mmm, ya está:
tu ganas la apuesta, te pagan los 30? y pones el resto hasta comprarme un nuevo mazo como estaba "antes" de que te lo llevases la primera vez.

Que te parece la solución?
xDD

Culoman dijo...

ya verás como resulta que tienes el mazo por casa... si el caso es no buscarlo :P