El abate Pierre

Leo de El Correo

<<El abate Pierre, de 93 años, fundador de las comunidades solidarias Compañeros de Emaús, ha admitido en su biografía, titulada '¿Por qué, Dios mío?', que «en algunas ocasiones» cedió «de manera pasajera» al deseo sexual, aunque jamás mantuvo relaciones regulares o estables. «Tampoco permití que el deseo sexual enraizara», precisó el abad. «Eso me hubiera llevado a (tener) una relación duradera con una mujer, lo que era contrario a mi opción de vida».

Las revelaciones del abate, el personaje más querido por los franceses según los sondeos, han provocado un gran revuelo mediático en el país vecino. Aunque el creador de los Traperos de Emaús sostiene que el celibato no debería «ser obligatorio», dice que «jamás podría haber hecho lo que hice» de haber estado «casado o comprometido con una relación afectiva particular. Mi vocación reclamaba una disponibilidad total», afirma.

El religioso recuerda que «desde hace siglos» el Vaticano «permite que las iglesias orientales ordenen sacerdotes casados. No veo por qué razón Juan Pablo II pudo afirmar recientemente que excluía toda posibilidad de abandonar el celibato para el resto de la Iglesia católica», comentó. Esa vía permitiría «sin duda resolver la crisis de vocaciones y la penuria de sacerdotes. Pero también estoy seguro de que habrá numerosos sacerdotes con vocación de celibato», apuntó.

En las memorias, fruto de un año de conversaciones con Frédéric Lenoir, director de 'Le Monde des Religions', el abate Pierre se muestra también partidario de la ordenación sacerdotal de mujeres. El monje, un hombre bonancible, barbado y tocado con boina que se ayuda para caminar con un sencillo bastón de madera, declaró «comprender» el deseo de las parejas homosexuales de que su amor sea reconocido por la sociedad, pero sugirió hablar de «alianza homosexual» en vez de «matrimonio» o «boda» porque esos términos pueden crear «un traumatismo y una fuerte desestabilización social».

Sobre las posibles adopciones de menores por parte de estas parejas, el abate Pierre se muestra cauto y sugiere actuar con prudencia para evitar que los niños «sufran daños psicológicos y sociales». «Esta sería la única razón para prohibir la homoparentalidad. Por lo demás, -apunta- es sabido que el modelo paternal clásico no es necesariamente una garantía de equilibrio y felicidad para el niño», sostiene el capuchino francés.>>


Probablemente la prudencia a la hora de hablar y las ideas tan conciliadoras que propaga sean las culpables de que el abate Pierre nunca haya tenido un reconocimiento y, digamos, una influencia en la sociedad como la que puede tener el Papa. Yo no sé quien hace la criba para ir ascendiendo a los curas en la jerarquía eclesiástica, pero algo anda mal si el más influente dice que la abstinencia en África es el mejor remedio contra el Sida.